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La ansiedad en la adolescencia

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La ansiedad en la adolescencia

Los trastornos de ansiedad son cada vez más comunes dentro de los tiempos actuales, donde estamos expuestos a muchos estímulos y la vida cada día es más acelerada. La aparición de este tipo de trastornos en la etapa de la adolescencia también es cada vez más común, pues las y los jóvenes están expuestos a las presiones de su entorno, además que las características propias de la etapa de la adolescencia pueden contribuir a su aparición.


Aunque, desde el punto de vista biológico, la adolescencia es el periodo más sano de la vida, los cambios en esta etapa son experimentados en un corto espacio de tiempo, obligando a las personas adolescentes a adaptarse a realidades y exigencias completamente nuevas para ellas y ellos. Todo esto implica un sobresfuerzo individual por afrontar estos cambios. Por eso, se desarrollan diversos tipos de comportamientos, dentro de los cuales, algunos les ayudarán, mientras otros tendrán consecuencias negativas, provocando dificultades de adaptación e incluso determinadas alteraciones mentales, dentro de las cuales se encuentra la ansiedad.


Asimismo, tanto los cambios de humor ocasionales como los sentimientos de preocupación son una parte normal de esta etapa de la vida, ya que, debido a su desarrollo, experimentan frecuentes cambios emocionales. Entonces, los trastornos de ansiedad aparecen cuando se rebasa la capacidad de adaptación.


Cuando éstos se encuentran muy estresados (como puede ser la presión por los exámenes), la ansiedad puede agravarse y convertirse en un estado emocional permanente. Además, la ansiedad se puede asociar con problemas de abuso de sustancias y con el desarrollo de la depresión, entre otros (Díaz y Santos, 2018).


Definición de Ansiedad

El término ansiedad proviene del latín “anxietas” y describe un estado de agitación, preocupación o inquietud, la cual puede tener manifestaciones físicas y/o emocionales que se pueden evidenciar con tensión emocional, preocupación excesiva y desagradable, pensamientos negativos, nerviosismo y diversas sensaciones físicas.

Fisiológicamente, la ansiedad es una reacción de defensa del organismo ante un estímulo considerado como dañino o como una amenaza (por ejemplo, un examen, un conflicto familiar o con un amigo).


Sin embargo, la ansiedad es considerada negativa cuando es desproporcional a la amenaza y con una duración mayor a la misma, es decir, que la sensación continua aún después de haber concluido la situación que generó la persona consideró amenazante (examen, conflicto, etc.). Además, otra de las características de la ansiedad es que puede generar preocupación excesiva incluso antes de que ocurra un evento.

Síntomas de la ansiedad

Físicos

  • Alteración del ritmo cardíaco

  • Sensación de ahogo

  • Opresión en el pecho

  • Molestias estomacales

  • Náuseas o vómitos

  • Mareos

  • Dolor de cabeza

  • Tensión muscular

  • Sudoración

  • Escalofríos

  • Cansancio

  • Pérdida de apetito

  • Insomnio

Cognitivos (Pensamiento)

  • Pensamientos negativos, distorsionados y recurrentes.

  • Miedos acerca de la muerte y la dependencia de los demás.

  • Masificación de los aspectos negativos y minimización de los positivos

  • Indefensión

  • Pensamientos de culpa Desrealización

  • Miedo a perder el control y volverse loco

Conductuales

  • Aislamiento social

  • Irritabilidad

  • Inquietud interna

  • Agitación

  • Hiperactividad

Diferencia entre ansiedad-miedo y ansiedad-estrés

La ansiedad se puede llegar a confundir con otras emociones como el miedo, pero se diferencia en que el miedo es una perturbación cuya presencia se manifiesta ante estímulos o situaciones que se están viviendo en el momento, la ansiedad se relaciona con la anticipación de peligros futuros, indefinibles e imprevisibles, que pueden presentarse o no (Sierra et al., 2003).


Otro término con el cual se puede confundir la ansiedad es el estrés, pero la diferencia entre ambos es que el estrés se refiere a la situación y la ansiedad a la reacción que presenta la persona ante sucesos estresantes (Sierra et al., 2003).


El estrés es una respuesta del organismo ante diversas exigencias, es un proceso adaptativo. Este no se considera una emoción en sí mismo, pero sí un generador de emociones.


Tratamiento

De acuerdo con la evidencia, se recomienda un enfoque de tratamiento integral en diferentes ámbitos, que incluya la psicoeducación de la familia y el adolescente sobre el trastorno de ansiedad y su tratamiento, los controles frecuentes con psiquiatría, las intervenciones psicoterapéuticas, la terapia familiar y, cuando sea necesaria, el tratamiento farmacológico.


El tratamiento psicológico emplea una serie de estrategias de intervención que incluyen psicoeducación a los padres, entrenamiento en relajación, reestructuración del pensamiento, resolución de problemas, modalidades de exposición y prevención de recaídas, las cuales son utilizadas por el psicólogo en mayor o menor medida según el tipo de trastorno de ansiedad.


Cuando los síntomas del trastorno de ansiedad son moderados a severos, el deterioro clínico dificulta el proceso psicoterapéutico o los resultados obtenidos con la psicoterapia son parciales, se recomienda el tratamiento farmacológico.


Asimismo, la evidencia y la experiencia clínica hacen énfasis en la importancia de la educación y orientación familiar que ayude a los padres a entender y guiar adecuadamente a su hijo o hija, enfocándose en el reconocimiento de patrones que a menudo desempeñan un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de la ansiedad del adolescente.


De esta manera, la educación a padres debe incluir intervenciones que mejoren las relaciones entre padres e hijos, fortalezcan la resolución de problemas en la familia, reduzcan la ansiedad de los padres y fomenten las pautas de crianza (Tayeh, Agámez, y Chaskel, 2016).


Pensamientos para combatir la ansiedad:

  • Me concentro en el presente (en lo que estoy haciendo en este momento). No pienso en el futuro, algo que ni siquiera existe o ha pasado.

  • Recuerdo que soy un ser humano y que he hecho todo lo humanamente posible por sacar las cosas adelante.

  • El que me sienta confundida/o, perdida/o o agobiada/o es parte de la lucha, es normal. En algún momento vou a poder controlarlo.

  • No tengo el control del mundo ni de lo que sucede alrededor, pero sí de mis pensamientos.

  • No tengo porqué sentirme culpable por algo que no estás en mi control.


Videos de respiración y relajación:


Fuentes

Montes, I., y Romo-González, T. (2017) Reflexionando en torno a la ansieda

d: definiciones, teorías y malentendidos. Código Euro, Sentido Humano. https://bit.ly/33BYBXz


Tayeh, P., Agámez, P., y Chaskel, R. (2016) Trastornos de ansiedad en la infancia y la adolescencia. Precop CCAP, 15(1). https://bit.ly/3f8j381


Díaz, C., y Santos, L. (2018). La ansiedad en la adolescencia. RqR Enfermería Comunitaria, 6(1), 21-31. https://bit.ly/3y1eRiR



 
 
 

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